martes, marzo 15, 2005

Si me llamaras...

Debe ser que, como me escupe a la cara una ex-alumna ya madura, estoy enfermo. La enfermedad se llama adolescencia y los síntomas son inmadurez, frenesí e inconsciencia. En mi defensa diré que cada vez que leo el poema de Pedro Salinas me hierve la sangre, me danzan todas las hormonas como si tuviera todavía quince años.

¡Si me llamaras, sí,
si me llamaras!

Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!