Sartre decía, no me acuerdo muy bien pero creo que era en La náusea que "el infierno son los otros".
En el vestíbulo del Infierno dantesco se lee:
«Por mí se va a la ciudad doliente,
por mí se ingresa en el dolor eterno,
por mí se va con la perdida gente.
La justicia movió a mi alto hacedor:
Hízome la divina potestad,
la suma sabiduría y el primer amor.
Antes de mí ninguna cosa fue creada,
sólo las eternas, y yo eternamente duro:
¡Perded toda esperanza los que entráis!»
Si el infierno son los otros, el hombre está condenado antes de nacer. El hombre ha sido juzgado y condenado de antemano (Edipo Rey, Sófocles). Y para el hombre el mayor pecado es haber nacido: ¡Humano, nunca nazcas! (Aleixandre).
jueves, marzo 17, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
No preocuparos por el otro, el infierno teológico, el Papa W ya ha dicho que no existe. ¡Uf... menos mal, gracias por habernos quitado al menos uno!
El infierno se lleva dentro de uno mismo, cada hombre carga con el suyo al nacer.
Publicar un comentario